Gracias a una alta tecnología de última generación destinada a crear miembros robóticos de extremidades amputadas de las personas, se ha conseguido implantar en el craneo de un ratón con daños cerebrales, un cerebelo robótico exitosamente.
El cerebelo es el encargado de coordinar los movimientos corporales, por tanto si este chip está conectado correctamente al cerebro, recibe, interpreta y transmite la información sensorial desde el tronco encefálico, facilitando la comunicación entre el cerebro y el cuerpo. En definitiva, este chip se ha creado para imitar la actividad natural de las neuronas.
En el futuro, este cerebelo electrónico podría conducir al desarrollo de implantes electrónicos para sustituir a los tejidos dañados en el cerebro humano.
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