Astrónomos del Carnegie Institute de Estados Unidos han hallado un nuevo planeta extrasolar que podría tener vida por su tamaño y por la temperatura a la que está su superficie. El hallazgo de debe a un astrofísico español, Guillem Anglada-Escudé.
Esta "supertierra" que tiene una masa equivalente a 4,5 veces la de nuestro planeta, órbita en torno a una estrella muy cerca de nuestro Sistema Solar, a tan sólo 22 años luz de distancia y forma parte de un sistema en el que hay otras dos estrellas.
El nuevo exoplaneta tiene una órbita en torno a su estrella de sólo 28,15 días. Sin embargo, como se trata de una estrella enana roja, con un tercio la masa del Sol, esa cercanía no impide que pueda tener agua líquida en su superficie, y por tanto es potencialmente habitable.
Los datos habían sido recogidos con el instrumento HARPS, instalado en un telescopio de ESO en Chile, que mide las variaciones en la velocidad radial de las estrellas por 'tirones' como respuesta a la gravedad de los planetas que hay a su alrededor, uno de los métodos más exitosos para dar con ellos.
Eligieron la estrella enana roja, de la clase M, llamada GJ 667C porque está muy cerca. Las otras dos estrellas del mismo sistema (las GJ 667A y B) son un par de enanas naranjas del tipo K, que tienen un 25% de los metales que el Sol, por lo que era poco probable que tuvieran planetas de masa baja.
No se sabe mucho más del nuevo exoplaneta, solo que recibe el 90% de la luz que la Tierra, aunque como parte de esa luz es en infrarrojo, se estima que es mayor la energía que absorbe, lo que la sitúa en la misma situación que nuestro planeta, con una temperatura similar en la superficie y, quizás, agua líquida.
El equipo de astrónomos creen que el mismo sistema puede haber otro planeta gigante como Júpiter y otra supertierra, aunque necesitan datos para confirmar esta hipótesis.
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